Luisa, la amiga de mi madre (6)

Al fina y con ayuda de Paco, Luisa hace realidad su fantasía sexual.

Alguien llamó al timbre y fue Luisa quien abrió.

  • Hola, ¿está Paco?

-  Tú debes de ser Sergio – dijo sonriendo la madura.

  • Sí, soy yo – respondió cortado el joven.

  • Pasa, pasa – Luisa lo invitó a pasar.

El chico pasó delante. Ella lo miraba de arriba abajo desde atrás, contenta con la elección de Paco.

  • ¡Paco! – gritó Luisa.

Enseguida, Paco salió de su habitación.

  • Hola, Sergio, pasa.

El chico siguió a su amigo y ambos entraron en su habitación. Tal...

Luisa, la amiga de mi madre (5)

En este capítulo, en el que Paco tiene poca relevancia, las dos maduras descubrirán su nueva sexualidad...

Paco pasó varios días pensando en la propuesta de Luisa. Parecía que tanto roce había terminado por convertirse en un auténtico quebradero de cabeza para el joven.

La madura prácticamente podía decirse que lo había iniciado en el sexo y le había enseñado mucho. Tenía un extraño vínculo sentimental con aquella mujer que le sacaba más de 20 años.

Le daba miedo presentarle a un amigo que lo dejara a él por los suelos, había que descartar a los ligones y guaperas.

Tampoco quería cumplir realid...

Luisa, la amiga de mi madre (4)

Marisa se decide por fin a unirse activamente a los dos amantes.

Al día siguiente, sábado, Paco se levantó temprano y fue a su habitación. Allí estaba tumbada Luisa. Desnuda, tapada por la sábana. Despacito fue apartando la sábana hasta ver completamente su cuerpo desnudo. Estaba bocarriba y sus tetas aún así se veían grandes, ocupando todo su pecho, aplastadas. Sus piernas estaban abiertas y dejaban ver un peludo coño. A Paco se le puso dura, se bajó los calzoncillos y empezó a masturbarse, disfrutando la visión. Había dejado la puerta abierta y oyó cómo la puerta de la...

Luisa, la amiga de mi madre (3)

El joven Paco y Luisa ya se conocen más a fondo. Falta un tercer elemento por entrar en juego... ¿Será en esta ocasión?

La situación había cambiado. Los encuentros entre Luisa y Paco se hacían cada vez más frecuentes y en sitios más insospechados. Algunas veces con Marisa en la casa. Las tres personas andaban todo el día calientes por casa. Marisa no perdía ocasión de espiar a Luisa y su hijo sin que estos se enteraran. Solía decir que iba a su habitación a echarse largas siestas o se levantaba a media noche para pillarlos en el salón.

Un día que pilló a Paco solo, buscando algo en el ordenador de su habitación, le pre...

Luisa, la amiga de mi madre (2)

Tras el primer encuentro entre Paco y Luisa, la madura quiere conocer más a fondo al hijo de su amiga.

Pasaron unos días y Paco fue incapaz de coincidir a solas con Luisa. Siempre estaba para arriba y para abajo, buscando trabajo, haciendo entrevistas, hablando con su abogado para su inminente divorcio… Si estában Marisa, ella y Paco, se mostraba muy abierta y sonriente con el chico, pero en cuanto su madre los dejaba, ella, tenía una excusa para desaparecer.

Por eso le sorprendió, que un domingo se ofreciera a ayudar a Paco a hacer la comida mientras su madre veía la tele en el salón.

Paco lleva...

Luisa, la amiga de mi madre

Una amiga de la madre de Paco se ve obligada a pasar un tiempo en casa de este joven con él y su madre.

Era una tarde lluviosa a mediados de Mayo cuando sonó el timbre con insistencia. Los timbrazos eran continuados y rápidos. Paco, de 18 años recién cumplidos se encontraba sentado frente al ordenador en su habitación.

  • ¡Mamá! – gritó sin levantarse -. ¡La puerta!

El timbre siguió sonando y Paco recordó que hacía tres días que su madre se había apuntado a Pilates y era a esa hora.

Con gestos cansados y arrastrando los pies fue hacia la puerta. Abrió y vio a Luisa, la amiga de su madre.

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Vacaciones en la playa

Marcos invita a su amigo Juan a pasar unos días con él en la playa para superar su reciente ruptura sentimental. Lo que no se imaginan es que ese pueblo costero puede crearles otros quebraderos de cabeza...

  • Lo que te hace falta es desconectar unos días, en serio, verás como después de esta semana ya ni te acuerdas de ella – era Marcos el que intentaba animar a su amigo Juan.

  • No sé… Es que han sido 4 años…

  • ¿Y qué? Tío, te ha dejado, se ha ido con otro. Olvídala. Ya verás, llevo yendo desde crío a esta playa con mis padres y siempre ha habido mogollón de tías. En cuanto vayamos a bañarnos Verónica va a salir de tu mente.

  • Eso espero – Juan miraba nostálgico por la ventana del coche, a la...

Las enseñanzas de una madre

Luis es un chico guapo que siempre consigue lo que se propone. Por un descuido en la oficina, se va obligado a ayudar a una compañera de trabajo a explicar visualmente al hijo de esta lo que es el sexo.

Siempre he sido un chico guapo que ha conseguido lo que se ha propuesto. Tengo 26 años y llevo 4 años trabajando en una importante empresa del centro de Madrid, prácticamente desde que terminé la carrera de ADE.

Mido 1’85 y, sin estar demasiado fuerte, me mantengo en forma yendo a correr una o dos veces por semana y al gimnasio unos tres días semanales.

En la oficina, soy un chico popular. Cuando yo entré, éramos muchos más, pero con el tiempo (y el empeoramiento de la crisis) he visto como, cad...

La (agotadora) vida del estudiante - 4 y FIN

Tomás y Carolina le cuentan su relación a Jesús, que se siente algo triste. Tomás decide despedirse de Mati y un nuevo personaje entra en juego para poner punto y final a esta tetralogía.

Cuando Jesús volvió,  ya de noche, le confesamos todo. Se quedó perplejo. Decía que no se lo esperaba para nada. Hablamos un rato con él. De golpe, parecía muy distante. Él y yo nos conocíamos entre nosotros más que a Carolina, así que ella se fue a dormir pronto y nos dejó hablando.

  • Tío, nos conocemos mucho tiempo. Puedes sincerarte conmigo…

  • Joder, Tomás… Estos últimos años han estado genial y los hemos pasado juntos, seguro que ahora todo cambia… Ya no volverá a ser igual que antes…

...

La (dura) vida del estudiante - 3

Tercera entrega de la excitante vida de Tomás. Más sexo con jóvenes y con maduras, con un nuevo personaje en esta ocasión...

Esa semana, me encontré a Laura por los pasillos. No llevábamos ninguna asignatura en común, así que llevaba sin verla desde la noche de la fiesta. Llevaba su pelo negro en una coleta, una camiseta de la universidad y unos pantalones de deporte.

Apareció por mi espalda y me dio un azote.

  • ¿Qué pasa, chico, ya no quieres cuentas?

  • Hola, Laura, ¿qué tal?

  • Te voy a ser sincera – y se acercó a mi oído para susurrarme -, muy caliente al verte de nuevo.

Vaya con Laura, no perdía u...