Un día de playa
Hacía calor ese día, era mediados de septiembre y me disponía a disfrutar de los últimos días de permiso que me quedaban, antes de volver a incorporarme a mi rutinario trabajo.
Hacía calor ese día, era mediados de septiembre y me disponía a disfrutar de los últimos días de permiso que me quedaban, antes de volver a incorporarme a mi rutinario trabajo.
Como de costumbre, había escogido un lugar discreto de la playa, cerca de unas dunas, donde poder disfrutar de la lectura del libro que estaba a punto de terminar. De todas formas y por estas fechas eran pocas las personas que frecuentábamos la playa, y los que lo hacíamos, nos conocíamos de vista, por ser asiduos a esa z...