Ella nunca dice no. Mi primo Enrique
Jara no pierde ocasión de llevarse por delante una ración de sexo, esta vez con un familiar
En alguna parte de esta historia os he hablado de Marisa. ¿Recordáis la cosa esa del guateque? Bueno, y muchas más cosas que hemos compartido. Bien, ahora os hablaré de otro primo común, Enrique, Henry para los amigos. Tiene algo así como diez años más que yo, que se dice pronto. No he visto a tío más descarado, y a la vez con más gracia. Y está como un queso. Alto, fuerte, atlético. Por entonces, en lugar de coleccionar sellos coleccionaba novias. Siempre está hablando de lo mismo, y siempre está con guasa...