Pon un récord en tu vida

¿Os habéis planteado la de récord absurdos que existen?

Ayer oi que en Villanueva de los Infantes, provincia de Ciudad Real, se había cocinado el pisto más grande del mundo, 1.254 kg de criatura a base pimiento y tomate.

Pero digo yo...Tiene algún mérito cortar cientos de pimientos y pelar miles de tomates para organizar tal pisto? Es más, donde está la grandeza de que sea el más grande (valga la rebuznancia) del mundo?

¿Acaso los ingleses toman pisto? Como mucho lo montan en un campo de fútbol.

¿La família Yamamoto de Osaka, toma pisto con el...

Historias compartidas y un Gin Tonic II

Tres amigos, tres historias, tres heterosexuales. Una botella de Gin vacía. Segunda y última parte.

Tras servir 3 Gyn Tonic más, nos acomodamos en nuestros respectivos asientos y nos dispusimos a escuchar la historia de Javi. Allí solo nos faltaban las palomitas.

-Pues nada, ni siquiera sé muy bien como empezar, es algo que pasó hace muchos años, siempre he sabido que me atraían los chicos, ahora sabeís que soy versátil, pero hasta llegar aquí tuve mis movidas internas,  yo por aquel entonces no sabía ni siquiera lo que era activo o pasivo solo se que me sentía atraído por algunos chicos de mi edad,...

Historias compartidas y un Gin Tonic.

Tres amigos, tres historias, tres heterosexuales.

Me deslizaba a gran velocidad por una de las pistas rojas de "La Masella", Miguel y Javi apenas podían seguir mi ritmo, no había otro deporte que me gustara más y provocara en mi más sensaciones que el esquí. Después de una estresante semana de trabajo, poder disfrutar de la nieve en compañía de mis amigos era lo mejor que me podía pasar.

Habíamos llegado esa misma mañana desde Barcelona y tras cambiarnos en el bungalow que habíamos alquilado y pertrecharnos con los esquís, disfrutábamos como críos pi...

El marido de la peluquera

Una peluquera embarazada, un marido cachondo, una sorpresa para los lectores.

-Entonces, ¿Te lo corto como siempre?

-Sí Matilde, como otras veces, ya sabes, me pasas la máquina al 4 por los lados y por detrás. El flequillo lo dejas tal cual.

-Tal vez debería pasarte el 3 para que te aguante más, a saber cuando podré cortártelo de nuevo...

-Si es que estás tremenda eh, ¿De cuánto dices que estás ya?

-De 7 meses, se me va a hacer larguísimo hasta el 6 de Abril que es cuando me han dicho que salgo de cuentas.

-Pues viéndote la barriga parece que e...

La Oferta V

Penúltimo capítulo de la historia de Julián, el policía hetero de Marbella y Sergei, el multimillonario ruso de los ojos azules.

Un día después el bonito paisaje austríaco se sucedía a través de los ventanales del tren que me llevaba a la frontera húngara. Sergei y yo habíamos ultimado los detalles para citarnos en Budapest. Me dijo que Galina se ocuparía de las gestiones pertinentes para cambiar mi vuelo de vuelta. Dado que él se quedaba toda la semana en la capital magiar para pasar las navidades con sus abuelos maternos, opté por emplear un día más en Viena y visitar alguna de las recomendaciones de Sara, así como el espectacular ...

La Oferta VI

Desenlace y final de la doble trilogía dedicada a Sergei y Julián. Especial gracias a todos los que me habéis empujado a escribir esta segunda trilogía. Ha sido un placer darle forma, espero que disfrutéis tanto de su lectura como yo lo he hecho de su escritura.

Pasamos todo el día y la noche sin salir de la cabaña dando rienda suelta a toda nuestra pasión, perdí la cuenta del número de   veces que lo hicimos y de los orgasmos que tuvimos. Tumbados en la cama dije a Sergei:

-Dentro de 5 horas sale mi avión para Málaga.

-Lo sé- contestó Sergei mientras fijaba sus ojos en los míos. -No me canso de mirarte, tu nariz recta, tu hoyuelo en la barbilla, tus intensos ojos negros, tu pelo moreno tan fuerte, tu pecho esculpido, tus manos tan perfectas, t...

La Oferta IV

Para toda la gente que amablemente me ha pedido una segunda trilogía de "La Oferta". Para los que nunca la han leído, recomiendo su lectura antes de iniciar La Oferta IV. Sergei y Julián. Julián y Sergei.

-¿Te pido algo Julián?

-Vale, pero algo sin alcohol, creo que no tardaré en irme a casa…

-Joder qué soso estás, mira el montón de nenas guapas que hay aquí esta noche, y todas pidiendo a gritos que les demos  cariño…snif,snif – olfateó Rafa el aire- ¿ No lo notas?  Aquí huele a flujo, a braga mojada, a chocho húmedo, a almeja al vapor, a…

-¡Rafa! ¡Ya!- interrumpí en tono cortante

- Bueno, bueno…Pero que conste que yo lo único que quería decir con eso es que hay...

La oferta III

Final y desenlace de ésta trilogía.

Me desperté al sentir los rayos de luz en mi cara.

No estaba muy seguro de que hora sería, desde mi posición vi sobre la mesilla de noche el reloj de Sergei, me pareció vislumbrar las 9:35.

Me incorporé sin hacer ruido y me senté sobre el borde de la cama con mis antebrazos apoyados en mis piernas, mientras restregaba mis ojos con las manos.

Revolví en silencio mi ropa hasta dar con mis calzoncillos y caminé de puntillas por la habitación para no despertar a Sergei hasta llegar a la puerta...

La Oferta II

¿Aceptará o no aceptará?

Parte 1

Me jodió cantidad recibir aquel mensaje, no por lo que significaba, sino porqué trastocaba mi frágil estabilidad recién adquirida.

Fingiendo cansancio cerré los ojos y prácticamente no crucé una palabra con Rafa hasta llegar a Marbella. Pasamos por su casa y a continuación me dirigí a la mía. Nada más cruzar la puerta me desparramé por el sofá y suspiré larga y profundamente.

Como ya esperaba, volvió a ser una noche donde el sueño y la vigilia se alternaron dejándome una buena jaqueca c...

La oferta

¿Qué sucede cuando una persona ordinaria recibe una oferta extraordinaria?

No había duda. Aquella pelirroja, dos mesas más allá de la mía, no me quitaba ojo.

Era un sábado como otro cualquiera. A pesar de encontrarnos a última hora de la tarde hacía bastante calor y los vaqueros azul claro y camisa negra a medio arremangar que llevaba no ayudaban demasiado. Sin duda, unas bermudas y camiseta hubieran sido más acertadas. Ante las primeras gotas de sudor en mi frente, decidí hacer un alto en mi camino a ninguna parte y sentarme en una terraza para pedirme una tónica fresca.

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