La entrevista

El tipo me dice: —Mirá, lo que te proponemos es que vayamos a fondo con la ambigüedad y que te vistas de chica para realzar tu parte femenina, que la tienes y muy marcada. Me imagino que sos consciente de ello. Hacemos fotos, filmamos unas escenas. Y después vemos, ¿te parece?

¡No sabes la bronca que me agarré cuando descubrí que había tomado el colectivo para el otro lado! Justo hoy que tenía que llegar a tiempo a la entrevista. Lo primero que me saltó en la cabeza era que siempre me pasaban cosas así cuando estaba apurado o con el tiempo justo.  Como aquella vez que tenía un examen y me dormí en el subte. Por lo menos en esta ocasión me di cuenta a las cinco o seis cuadras y me bajé rápido, casi lanzándome por la salida, detrás de los que se apelotonaban en la puerta. En la ver...

Mi tío Nacho

Lo que voy a contarte pasó antes de ese día, de aquel instante en que mi tío me hizo lo que me hizo, desde que me rozó apenas con la yema de los dedos, acariciándome los genitales de atrás hacia adelante....

Lo que voy a contarte pasó antes de ese día, de aquel instante en que mi tío me hizo lo que me hizo, desde que me rozó apenas con la yema de los dedos, acariciándome los genitales de atrás hacia adelante y yo tuve que forzarme para ocultar el erizo de la piel, por lo que el quejido contenido retumbó hacia adentro mío para que él no se diera cuenta. Me siento re mal, porque yo sabía que todo eso era anormal, sucio, perverso, pero la verdad es que no podía decirle que no. Porque le tengo mucho miedo, porque s...

Jugando al abuelito

Una chica traviesa que se tienta al cuidado de un señor inmovilizado

Había estado buscando un trabajo para ayudar en mi casa. Un compañero del ingreso a la universidad me dijo que los tíos de un amigo estaban buscando a un chico para que cuidara a  un hermano que estaba enfermo y que no podía valerse por sí mismo. Le dije que me interesaba y me presenté a la casa de estos señores una tarde de verano para una entrevista. El enfermo en cuestión se llamaba Julián y había tenido un accidente cerebro vascular del que no se pudo recuperar por lo que estaba en silla de ruedas y aus...

El señor Ka (segunda parte)

Si ya le dije que si de subir a su habitación, ahora ¿como le digo que no?

Desde la altura la ciudad se descompone en otra. Las formas y los colores se ordenan de manera diferente y el trazado de las calles y avenidas iluminadas encuadran las moles de casas oscuras o levemente iluminadas de cada manzana. Cuando la altura es mucha, la urbe muta en un juego de colores como en la paleta de un pintor maníaco.

Así era lo que veía desde el balcón terraza de la suite del señor Ka. Dos habitaciones enormes y lujosas en el piso 15 con vista al mar. Salí a la terraza con plantas y un...

El señor Ka (primera parte)

Mi jefe me dice que para firmar un contrato un empresario japonés quiere que vaya a cenar con él vestido de mujer. Dilemas de un chico andrógino.

Giuliani me llama a la oficina para decirme que el japonés llega mañana, que es importante porque si firma el contrato para asociarse en la obra de la represa tenemos asegurados los próximos tres años de trabajo y una ganancia inmensa para la empresa, lo que significa que Giuliani se va a llenar de plata y a lo mejor nos toca algo.

Al día siguiente lo vamos a buscar al aeropuerto con el cartel dibujado en cartulina “Kazuo Fukuhara”. Giuliani está nervioso y cuando lo ve llegar se deshace en reverencia...

Gabriela

Todo lo femenino ejerce sobre mí una fascinación que me ausenta tanto que puedo estar horas mirándolas y aprendiendo de ella...en el año que había pasado me habían crecido bastante las caderas y que ahora, al verme, eran notorias las curvas hacia los costados que me nacían desde la cintura.

Al contrario de lo que se decía de mí, siempre me habían gustado las mujeres. Todo lo femenino ejerce sobre mí una fascinación que me ausenta tanto que puedo estar horas mirándolas y aprendiendo de ellas. Es que el mundo de las hembras humanas es sensual, erótico al punto de la perfección. Quisiera que me entiendan, para mí la figura de una mujer delgada, arreglada para ser mirada, montada en un par de botas de gamuza altas sobre unas medias transparentesy una falda cortita que le ensancha las caderas y des...

La religiosidad adentro mío

El grito en el cielo lo puso mi papá cuando la vecina le vino con el cuento a mi mamá. Según la versión dela señora de al lado, el hermano mayor del chico con el que me dejaban jugar, que tenía como tres años más que nosotros, había sido sorprendido conmigo tomados de las manos en una situación sospechosa

A los gritos, le dijo a mi mamá que la culpa era toda mía y que no tenía que ir más a la casa de ellos y que ella tendría que hacerme “tratar” de lo que me pasaba porque eso no era normal. A mi nadie me preguntó lo qué había pasado con el hijo mayor de la vecina pero esa noche en que mi madre no paraba de llorar, mi padre, siempre a punto de estrellarme la mano en la cara, me dijo que yo era una vergüenza para la toda la familia y me encerró por tres días para que pensara cómo encaminarme en el recto proced...

Mi cuerpo feminizado

Muy joven me di cuenta de lo que mi cuerpo provocaba. No hacía tres años que yo me veía como un chico esmirriado y flaquito, y a la edad en que todos los chicos crecían en músculos y contornos yo me desarrollé en centímetros y cadera

La consciencia de mis cambios me avergonzaba tanto que trataba de ocultar lo que yo creía era cada vez más evidente. En invierno me resultaba más sencillo y me tapaba de ropa, pero la llegada del calor me hacía presa de las miradas en la calle. El transporte público, abarrotado en las horas de entrada y salida de la ciudad, significaba un problema que no siempre podía evitar. Un martes de diciembre me subí al tren del oeste y quedé atrapado en la multitud que abigarrada e indolente subía más que bajaba en l...

Polla

La tengo delante de mí. Entonces abro levemente los labios, como haciendo trompita, y la beso una y dos veces y me alejo para sacar la lengua

La tengo delante de mí. Entonces abro levemente los labios, como haciendo trompita, y la beso una y dos veces y me alejo para sacar la lengua se la paso por debajo de abajo para arriba mojándola con la saliva la boca abierta para que entre un poco y la saco y otra vez la lengua como comiendo un helado pero sin helado más bien tibia la boca abierta para que entre ahora un poco más llenándome sin dejar lugar para la lengua la boca abierta para que los dientes no molesten le sale juguito y lo chupo con la leng...

Mi profesor de literatura

A los ocho me puse mi primer vestido. Mi prima era muy insistente y no supe decirle que no. Quería que jugáramos al casamiento con otro de mis primos y me enfundó en una camisa blanca y una larga falda gitana. Hasta me acuerdo que me pintó los labios y me puso un pañuelo en la cabeza.

A los ocho me puse mi primer vestido. Mi prima era muy insistente y no supe decirle que no. Quería que jugáramos al casamiento con otro de mis primos y me enfundó en una camisa blanca y una larga falda gitana. Hasta me acuerdo que me pintó los labios y me puso un pañuelo en la cabeza. Entramos en la habitación de la fiesta donde estaban los mayores y ella nos casó y después el novio me besó. Todos reían y terminaron aplaudiendo la representación. La vergüenza me duele en la memoria como si fuera hoy. Resona...