La amistad es un árbol que nos cobija I
Quizás algunas historias deberían ser reales para poder llegar a desarrollar nuestro verdadero yo sin miedo a que nadie nos pueda juzgar por ello, esta historia es el vivo reflejo de lo que en muchas ocasiones pienso
21 diciembre, siete de la mañana
Los rayos del sol luchaban por hacerse hueco entre las espesas nubes cubrían la ciudad; poco a poco y a pesar de ser sábado, la urbe comenzaba a despertar, los ruidos provenientes de la calle eran difusos y se mezclaban con los últimos gritos de los jóvenes universitarios que volvían de una jornada de fiesta a casa.
En una plaza del centro de la ciudad apareció por uno de los extremos un chaval joven caminando sólo, entrada a un buen ritmo en la misma, se dirigia...