Un día de recuerdos y calidez

Sentir el sueño y vivir la conexión del placer en el recuerdo es vibra el deseo que existe en el pensamiento. Cuando llegaba a esa habitación cálida, confortable, dónde se encontraba el aroma que despierta la aventura de conquistar un romance momentáneo, sin promesa, sin futuro, sin esperanza; co

Sentir el sueño y vivir la conexión del placer en el recuerdo es vibra el deseo que existe en el pensamiento.

Cuando llegaba a esa habitación cálida, confortable, dónde se encontraba el aroma que despierta la aventura de conquistar un romance momentáneo, sin promesa, sin futuro, sin esperanza; con ello la emoción de sensaciones distintas, como un cóctel picoso y morboso de ansiedad, de afán y desespero. Así el instinto llena las ganas de sertir su cuerpo tibio, el cruce de miradas que forza cada una d...

Disfrutando de un sueño

Llegaba justo ahí donde el me esperaba ansioso de ser, cuando de pronto a lo lejos ella se notaba llegando con un movimiento candente, estando cerca el abrió la puerta del auto para que ella subiera...

llegaba justo ahí donde el me esperaba ansioso de ser, cuando de pronto a lo lejos ella se notaba llegando con un movimiento candente, estando cerca el abrió la puerta del auto para que ella subiera y el cruce de miradas llegó en un beso profundo lleno de deseo, algo que ella siempre había deseado un beso tierno cuando la esperaba, para ella siempre sería la demostración de amor y del deseo que sentía por el, así los dos concientes irían a la escapada en aquella habitación de múltiples encuentros llena de c...

Recordando a mi puta

Mi mente quería sentir lo perverso en carne propia, así que tuve una idea algo alocada esperando aceptará mi propuesta la putita que me había enseñado a disfrutar de una mamadita... pero también tenía trabajo y se me ocurrió que sería buena idea citarla en la oficina, la llamé por teléfono dias ante

Mi mente quería sentir lo perverso en carne propia, así que tuve una idea algo alocada esperando aceptará mi propuesta la putita que me había enseñado a disfrutar de una mamadita... pero también tenía trabajo y se me ocurrió que sería buena idea citarla en la oficina, la llamé por teléfono dias antes, hablamos mil cosas y terminamos recordando los días en que era mi puta y mamaba mi verga  frotando sus labios una y otra vez, me susurraba que quería entre sus piernas mis pelotas, que no esperaba que le bajar...