Entre vecinas
Una pequeña muestra de algo muy cotidiano.
Nunca pensé que Nerea, mi vecina de abajo, fuera también lesbiana.
Un buen día, sábado noche, creo recordar, estaba en la zona de ambiente y me la encontré allí, sin más, las dos soltamos una risotada, charlamos un rato y no nos vimos más hasta pasadas un par de semanas.
Venía agotada de la oficina, ya en el bloque, esperaba el ascensor y cuando se abrió, apareció ella.
Fue algo tan extraño, mi mente se quedó bloqueada al verla surgir del ascensor, nunca jamás había reparado en su bel...