Dulce Venganza
Sentir su aliento entre mis labios casi me hizo perder la razón, y cuando su lengua empezó a penetrarme con ternura en un principio para terminar violentamente mis gritos y gemidos de seguro se escuchaban en todo el recinto.
Luego de nuestro primer encuentro hubo varios más donde aprendí a hacerme mujer, entre sus sábanas y las mías.
Todo iba bien hasta que un día, luego de haber gritado su nombre al sentirlo dentro de mí y haber alcanzado un orgasmo como nunca me dijo que debíamos hablar, seriamente.
¿Qué sucede?- inquirí preocupada por la forma en que me miraba
Yo . No sé como decirlo.- balbuceó
Dilo de una vez.- espeté. Se tomó algunos segundos y luego respiró profundamente
Estoy enamorad...