Invito a un desconocido a meterme mano

El relato de como invité a un desconocido a meterme mano en un parque, una de las experiencias más morbosas que he tenido.

Era verano. Mis tíos me habían pedido que cuidara de su perro (un Spaniel pequeñito) mientras estaban de vacaciones. A cambio, me habían ofrecido quedarme en su casa, lo cual me venía muy bien porque estaba más cerca del centro que mi piso.

No les faltaba el dinero, lo cual se reflejaba en la decoración y las comodidades de la vivienda. Aproveché esa semana para disfrutar y relajarme: dormir hasta tarde, darme largas duchas, ver películas en su televisor excesivamente grande, hacer deporte (tienen un...