Me encanta seducir
Una pareja en viaje de negocios hace realidad una de las fantasías del marido: verla poseída por otro hombre.
Mi nombre es Beatriz, y reconozco que soy un poco frívola, pero no lo considero una cosa mala, sino divertida, y no me siento culpable, el único culpable es mi marido, que creo que es el hombre más morboso del mundo, y poco a poco ha sabido convencerme de que esta vida es muy corta y hay que aprovecharla en todos los sentidos. Actualmente tengo treinta años, mi esposo treinta y tres, y aunque él es muy aparente, yo le gano en eso, pues tengo un buen cuerpo que, sin tener medidas platónicas, ti...