Amor de abuela
Una abuela sesentona sucumbe a los encantos de su nieto pequeño
AMOR DE ABUELA
Lo que les voy a contar no es algo de lo que me enorgullezca, pero pasó, dejé que pasara, lo consentí y en cierto modo hasta lo potencié.
Todo ocurrió muy a principios de los ochenta en mi apartamento de Madrid, mis hijos se habían trasladado a vivir a Cantabria, años atrás, por razones de trabajo. Mi marido y yo íbamos a pasar los veranos con ellos, me encantaba bajar a la playa con mi nuera y mis nietos. Al llegar el otoño regresábamos a Madrid.
Pero ese verano fue d...