Tímida ella, inexperto él

Con 18 añitos prueba las mieles de lo prohibido

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| ¡Qué curioso el destino! Todos nos encontramos con la horma de nuestro zapato. |

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"Ante todo, espero que ella no se entere que te he enseñado esta fotografía y ni que mucho menos se entere de que te he contado nuestra apasionante vivencia sexual".

Este fue el comentario que me hizo mi sobrino, cuando por fin conseguí que me relatase su historia con aquella sueca madura.

Mi sobrino, un chico de 18 años, hasta este verano pasado, podríamos de...

Renacer en Otoño

Nunca es tarde...

Por problemas de solvencia económica la empresa en que trabajaba, tuvo que hacer suspensión de pagos, yo como afortunadamente llevaba cerca de treinta años de cotización a la seguridad social, me pude acoger a una prejubilación bastante digna, es decir, que aunque con ciertas justezas podía llegar hasta final de mes con la pensión que me había quedado. Además, no tenía muchos gastos, ya que yo a mis recién cumplidos cincuenta años y mi mujer de mi misma edad, vivíamos solos.

Los primeros días de...

Tímida ella, inexperto él

¡Qué curioso el destino! Todos nos encontramos con la horma de nuestro zapato.

"Ante todo, espero que ella no se entere que te he enseñado esta fotografía y ni que mucho menos se entere de que te he contado nuestra apasionante vivencia sexual".

Este fue el comentario que me hizo mi sobrino menor, cuando por fin conseguí que me relatase su historia con aquella sueca madura.

Mi sobrino, un chico de 17 años, hasta este verano pasado, podríamos decir, que no había salido de las faldas de su madre, mi cuñada.

Cuando vi la foto, comprendí en cierto modo, el reparo que...

Renacer en el Otoño de la vida

Con cincuenta años cumplidos volví a sentir sensaciones que creí olvidadas.

Por problemas de solvencia económica la empresa en que trabajaba, tuvo que hacer suspensión de pagos, yo como afortunadamente llevaba cerca de treinta años de cotización a la seguridad social, me pude acoger a una prejubilación bastante digna, es decir, que aunque con ciertas justezas podía llegar hasta final de mes con la pensión que me había quedado. Además, no tenía muchos gastos, ya que yo a mis recién cumplidos cincuenta años y mi mujer de mi misma edad, vivíamos solos.

Los primeros días de...