Vorágine sensorial
La visita con mi familia a un restaurante de gastronomía sensorial se convierte en una fuente de sensaciones donde a veces no distingues la realidad de la fantasía
Me llamo Alberto tengo 54 años y estoy casado con Silvia de 48 años, el verano pasado nos fuimos de vacaciones con mis cuñados Marta de 45 y Jaime de 50 y su hija de 19 años María, cogimos un apartamento en la playa durante siete días, hacía tiempo queríamos disfrutar de unos días y escaparnos fuera de la ciudad.
Siempre nos hemos llevado muy bien pero nunca habíamos planeado una escapada de este tipo.
Así que cuando llegó el mes de Agosto partimos hacia Cádiz, exactamente en Sanlúcar de Barrame...