Presidenta ejemplar
Artimañas de una presidenta para intentar retener a su más codiciado jugador de fútbol, ¿Lo conseguirá?
A mis 18 años ya contaba con una proyección infinita. Mis condiciones físicas y técnicas me hacían un jugador temido por los rivales. Medía 1,78 m, pesaba 76 Kg, cuerpo que le quitaba el hipo a las chicas, era rubio con ojos claros.
La temporada transcurría para el equipo peor de lo esperado, el vestuario no acababa de unirse y las diferentes controversias y lesiones hacían que un equipo creado y diseñado para el ascenso no consiguiera si quiera entrar en puestos que daban plaza a jugar la ligui...