Mi mejor desayuno
Cuando la vida se comparte con la persona apropiada.
S
olo existía algo mejor que despertar con la luz del nuevo día, y era despertar con la luz del nuevo día haciendo contraluz en su cuerpo asomado a la ventana. A ella le gustaba mirar los colores del amanecer, a mí su silueta recortada y los claroscuros en su piel. El humo se elevaba delante de ella, era su primer cigarrillo, lo que me decía que ya había tomado el café. Me quedé mirándola, siempre lo hacía, era mi manera de despertar, ella lo notaba y sabía cuánto me gustaba, por eso se quedaba ahí, aunq...