Historia de una Escalera. 3ºB
Me quedé petrificado, no podía creer lo que estaba escuchando. MI MADRE DESEABA QUE LA PREÑARA. En unos breves segundos sus manos estaban colocadas sobre la bragueta de mi pantalón, dispuestas a sacar mi verga.
Mi hijo se despide cada noche diciendo lo qué va a hacer al día siguiente, en la semana o en el futuro, mis respuestas son ambiguas o irónicas… “si”, “ojalá”, “puede ser”, “seguro”, “eso espero”, “no te creo”. Cuando creo que no se atreverá con algo o me promete algo, tiro de manera irónica mi respuesta hincando en su ego para lograr que cumpla lo prometido… Así fue qué tuvo su primera novia, todos los días la nombraba y decía que le hablaría, pero no se animaba. Una noche seguía con lo mismo “Nadia esto”,...