Desayuno contigo

La pasión no tiene horario.

Ya galopa la sangre hacia mis sienes

frente a la puerta tras la cual te intuyo.

Empujo suavemente y aparece

el dormitorio tuyo,

la ropa preparada que ya tienes

en la deshecha cama:

me siento y siento que el deseo me llama.

Crece el olor a ti, el ansia crece,

mientras mengua el sonido de la ducha.

Te veo resurgir, limpia y desnuda,

en toda tu belleza femenina;

ahora nada se escucha,

salvo mi sangre hirviente, turbia y muda.

El halo...

Estado civil: adultero

Está entre la confesión y la inventiva, pero en esta categoría creo que hay más lectores.

ESTADO CIVL: ADULTERO

Con ávidas pupilas y boca golosa, a cinco centímetros escasos de la punta, Daniela esperaba la inminente lluvia espermática. Fuera de la videopornografía, mi experiencia en eyaculaciones externas se limitaba a los tristes desperdicios postmasturbatorios (siempre pensaba: "ahí van mis hijos" o cosas por el estilo) y los coitus interruptus propios de la insensatez juvenil y también madura, por qué no, sólo que en este último caso, era más por pereza, por no molestarte en...

Tetaterapia

Experiencia clínica de una neurosis obsesiva con las tetas.

TETATERAPIA

CASO CLINICO

Se nos presenta un varón, blanco, de 39 años de edad, 1m 70cm de altura y 69 kg. de peso al cual, estudiada su sintomatología, se le diagnostica una neurosis obsesiva-compulsiva cuyo origen parece ser una fijación simbiótica por los pechos femeninos.

El tratamiento propuesto serán sesiones de tetaterapia durante un periodo no inferior a seis meses. El objetivo es que en dicho periodo el paciente pueda desarrollar una conducta normal y la hipótesis de de trabaj...

Mujeres putas... ¡putos hombres!

Un trio de ensueño con dos putas y final abierto.

MUJERES PUTAS… ¡PUTOS HOMBRES!

Por mucho que lo intenté, no logré desprenderme de esa enfermiza ansiedad. Frente a la puerta, a dos centímetros escasos del pulsador, me poseyó la misma excitación que sentí la primera vez que fui de putas, yo solo, como siempre. Después de espiar brevemente tras la mirilla, una señora entreabrió la puerta y me invitó a pasar. Noté una atmósfera extraña, de tenues luces, de intimidad casi maternal.

La casa era antigua, de techos altos, muy céntrica y hast...