Mi querido amante... ¿real?
Llegué al hotel a eso de las diez y aún faltaban dos horas para que mi ciberamante se pudiera dedicar a mí por completo.
Trabajo en una oficina de mala muerte en la cual, por cuatro perras al mes, paso casi todo el día. Mi vida familiar es un desastre. A mis 18 años me quedé embarazada y como era costumbre en esa época, me casé con el padre de mis hijas. Me dejé llevar por los consejos familiares y ahora me veo con 35 años y encerrada en una vida que no es la mía. Estoy segura de ello. He intentado miles de veces que lo nuestro funcione sin conseguir ningún resultado satisfactorio. Tengo el mal de muchas mujeres de hoy....