Diario de Florencia (04: Un novio prodigioso)

Yo me acerqué, abrí las nalgas de mi criada de par en par, para ayudarlo a mi esposo. Dejé caer saliva, en aquel ano deseoso.

Diario de Florencia (04: Un novio prodigioso).

En nuestro último relato mi marido les ha contado cómo ayudé a nuestro pequeño vecinito, Hernán. Les debo decir que tanto padre e hijo me han propinado una orgía antológica. Hasta el momento, si bien había practicado penetraciones dobles, no había ocurrido que dos pijotas, me conmovieran a tal grado.

En esta ocasión volveré a hablarles de Roxana, nuestra criada, que en el transcurso de los últimos meses, se ha convertido en una parte integ...

Diario de Florencia (03: Un padre ejemplar)

El chico estaba por correrse. Su tutor lo notó y le pidió que sacara su polla y lo hiciera en la cara de mi esposa. Fue un perfecto alumno.

Diario de Florencia (03: Un padre ejemplar).

Florencia y yo estamos muy felices de ver la recepción que han comenzado a tener nuestras publicaciones en las páginas de todorelatos.com. Nos sentimos muy a gusto y estamos satisfechos de difundir nuestra vida sexual, ya sea para impulsar a que otras personas pierdan sus inhibiciones y logren disfrutar sin ningún tipos de reparos una vida sexual plena o ya sea, simplemente, para que nuestros lectores y lectoras nos hagan partícipes de sus fantasí...

Diario de Florencia (02: Mi buena amiga)

Gastón se paró y fue a la boca de nuestra criada. Ella sacó su lengua. “Mira, puta, así se debe mamar un rabo”, me dijo.

En el relato anterior, mi marido les había contado, de nuestra muy apetecible fiesta con sus amigos. Muchas cosas sucedieron a continuación. Se podría decir que nuestra relación vario en todo sentido. A pesar que solamente volvimos a repetir los encuentros con Manolo y Enrique una sola vez más, nuestros encuentros amorosos después de dos años de casamientos se reavivaron. La pasión que nos había unido, se había rejuvenecido. Nos amábamos profunda y ardientemente. Durante aquellas jornadas, yo apenas p...

Diario de Florencia (01: Buenos amigos)

No puede más y monté a mi esposa mientras ella se la chupaba a los dos tíos que se deban besos de lengua entre ellos y se palpaban el pecho.

Una fiesta con amigos. (Diario de Florencia, episodio 1)

Florencia y yo llevabamos dos años de casados. Nuestra economía familiar no era mala. No obstante, cuando mi patrón me pidió que realizara una agobiante expedición comercial hacia Roma, a cambio de una comisión, decidí aceptar. No me gustaba demasiado dejar a mi mujer sola, pero con el dinero podríamos cambiar nuestro auto, que ya más de una vez nos había dejado de a pie.

En Roma trabajé con esmero. Casi no tuve tiempo de recorrer la...