Tres noches de descubrimientos (2)
Después de un día lleno de deseo, vuelvo a quedar a solas con Duci. Primero tenemos una larga conversación de amigas. Más tarde sin mediar palabras, el contacto sexual se consuma: Por primera vez tengo una chica estremeciéndose de placer en mis brazos.
Me pasé el día pensando en Duci. Por una parte, deseaba ardientemente tener sexo con ella, pero por otra, temía hacerle algún daño. Realmente no sabía cuales eran sus deseos y sentimientos, y no quería forzar la situación.
Por la tarde, nuestra coral, después de una interesante visita a un museo de instrumentos musicales, decidimos cenar fuera para mi, era más bien la hora de merendar, pero en aquel país tenían otros horarios. Cuando volvimos al hotel, las húngaras ya habían cenado y subido a...