Las revisiones de mamá.
- Por favor Jorge, será sólo un momento, no me quedaré tranquila si no me dejas mirarlo.
Puntual, como cada mañana, mi siempre fiel despertador CASIO se hacía notar veinte minutos antes de las ocho. Un buen rato después, cuando a duras penas conseguí incorporarme en el borde de la cama, observé que tras las cortinas se adivinaba un soleado día junio.
Corría el año 2004, época en la cual yo intentaba terminar exitosamente el bachillerato, así como las pertinentes pruebas de selectividad. Por aquel entonces, yo contaba con 18 años y unos cuantos meses, no era un estudiante extraordinario pe...