Plan perfecto
Plan para que se coman a mi mujer.
Ese día todo estaba fríamente calculado, mi esposa, una mujer de 48 años, tez blanca, bien blanca, con senos medianos y contextura gruesa, aunque no gorda, ni se imaginaba las semanas de planificación previas.
Estábamos en una etapa de madurez y exploración de nuevas experiencias para mantener el interés sexual de la pareja, fantaseábamos de vez en cuando, al tener relaciones. Pero esas fantasías se fueron volviendo poco a poco en obsesiones. Verla con otro hombre.
Una noche de verano con n...