Gozando una verga enorme y varios consoladores
Quería sentir una buena verga y me dejaron el culo abierto.
Como todos los días, amanecí con ganas de mamar una verga deliciosa y sentirla después perforándome el culo. Decidí, entonces, ir a unos baños públicos en los que no hay divisiones entre los excusados para saciar mi calentura. Llegué, me bajé los pantalones y la tanga y me senté en uno de ellos esperando que alguien más llegara. En ese momento, llegó un muchacho y se sentó a cagar. Yo fingí también estar cagando para que no sospechara nada. El muchacho terminó, se limpió el culo y se fue.
Mientr...