Inesperadamente tú 17
Me gustas
Erika
Mí corazón latía demasiado rápido y tenía miedo de la reacción del padre de Fabiola pero ya estábamos ahí y tenían que enfrentarlo.
Rápidamente Elizabeth se aferró a mí mano y yo solo pude apretar su mano para que mostrarle apoyo. El padre de Fabiola seguía parado detrás de nosotras pero no nos atreviamos a voltear, hasta que el señor volvió a hablar.
–No sabía que tenían visitas disculpa –dijo su padre apenado. –Pero de que hablan de que me debo enterar?
Fabiola caminó hasta su p...