Puta como la que más

Uno tras otro fueron pasando por detrás de mí, follándome sin parar, cuando uno se corría o se cansaba pasaba otro y luego otro. Mi coño estaba a cien, a un orgasmo, le seguía otro y otro, y aún otro más. Fue Pedro, creo, el primero que me abrió el culo y muy despacio me metió la punta de su miembro. Nunca me habían follado el culo, me dolía, pero no era inaguantable, más aún, después de un par de empujones, les grité como loca: - Folladme, folladme el culo sin parar, vamos, joder, quiero vuestra leche en mi culo.

Al salir de trabajar no fui directa a casa. Me pasé a comprar algo de ropa que fuera apropiada para la ocasión. Compré una falda vaquera ajustada y muy corta, una blusa amarilla con botones que resaltaba mis tetas y unos zapatos de tacón que me hacían unas piernas de vértigo.

Cuando llegué a casa me eché a descansar y hasta las ocho o así no me levanté para arreglarme. Una hora después, antes de salir, me miré al espejo de la entrada. Realmente mi aspecto era de puta, sólo faltaba saber si también pod...

Regalo de cumpleaños

Entramos en casa, les llevé al comedor y les miré fijamente. Silencio. Me acerqué despacio a Rafa y le metí la lengua hasta la garganta mientras sobaba su paquete. Luego hice lo mismo con los otros. La polla de Antonio se me antojó enorme. A él le di el video mientras decía: “no quiero que pierdas detalle de lo que va a pasar aquí”, y poniéndome de rodillas me acerqué a Pablo andando a cuatro patas.

Lo que te cuento me pasó a final de junio, después de la típica cena de trabajo en la que bebes un poco más de la cuenta y las inhibiciones quedan aparcadas a un lado. Después de cenar estuvimos en un garito bailando y tomando algo, desde ese momento Antonio y Rafa, dos compañeros con los que me llevo muy bien, anduvieron a mi lado. Primero risas, algún comentario entre soez y divertido, roces mientras bailábamos. El caso es que después de un rato, noté como mi ego de mujer se iba acrecentando y sentirme de...