Querido papá. 3
Última parte de mi historia. Realmente, la espera ha merecido la pena...
Buenos días mundo. Me estiré, aun frotándome el pelo con la toalla húmeda por la rápida ducha. Tenía que hacerlo a diario, si no, no había forma de que me despejara.
Fui hacia la cocina a buscar algo que comer. Eran las nueve, aún. Soy gilipollas, lo sé. Que una chica de diecisiete años, se despierte madrugona, un domingo, estando aún de vacaciones… no es muy normal. Pero es que las golondrinas dan mucho por culo por la mañana.
Cogí unas cuantas naranjas y las exprimí para hacerme un buen zu...