Una historia para recordar

No puedo explicaros cómo supe quién era, no necesitó hablar y había demasiada gente como para percibir su perfume, pero era Él.

Era un viernes cualquiera del mes de mayo de mi primer año de universidad y, aunque eran las cinco de la tarde, llevaba un par de horas ya de fiesta con mis amigas. Ese día la Facultad de Medicina celebraba su fiesta anual, las clases habían acabado ya hacía rato. En el parking de la Facultad nos reuníamos gran parte de los estudiantes de la ciudad, había música, un bar y un calor sofocante debido a la mezcla de gente y alcohol.

-          Acabo de llegar, estoy en la entrada lateral.

Era un me...