Un mar de botas para el profesor (2)
Todos los días mi vista tropezaba con un reluciente mar de botas negras y lustrosas que causaban en mí toda clase de pensamientos eróticos.
UN MAR DE BOTAS PARA EL PROFESOR (PARTE II)
En el anterior relato les conté cómo empecé a dar clases a los reclutas de un cuartel y cómo me hice amigo de uno de ellos llamado Raymond, con quien tuve contacto sexual y fetichista. Las relaciones entre Raymond y yo se profundizaron después de estar juntos. Frecuentemente, teníamos encuentros en los que sus pies y sus botas eran los protagonistas principales. Hablábamos mucho cuando no estábamos en clase. En las conversaciones que teníamos le expliq...