Corridas tras la carrera
No podía imaginar que aquella carrera acabaría con un polvo en la bañera, y un trío con dos amigas que fueron amantes diez años atrás.
Me cambié y me preparé para la carrera. Realicé algún estiramiento en la habitación del hotel, y enseguida salí a la calle para terminar de calentar. Al cerrar la puerta me encontré con una chica que salía de la habitación contigua a la mía, también preparada para correr. Quedamos mirándonos, sonreímos por la escena y nos dirijimos al ascensor.
-¿A la media maratón?, le pregunté.
-No, no... es una de mis primeras carreras y sólo haré 10.000, me respondió.
-Me llamo David, me presenté.
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