Corridas tras la carrera

No podía imaginar que aquella carrera acabaría con un polvo en la bañera, y un trío con dos amigas que fueron amantes diez años atrás.

Me cambié y me preparé para la carrera. Realicé algún estiramiento en la habitación del hotel, y enseguida salí a la calle para terminar de calentar. Al cerrar la puerta me encontré con una chica que salía de la habitación contigua a la mía, también preparada para correr. Quedamos mirándonos, sonreímos por la escena y nos dirijimos al ascensor.

-¿A la media maratón?, le pregunté.

-No, no... es una de mis primeras carreras y sólo haré 10.000, me respondió.

-Me llamo David, me presenté.

...

Entregado a la locura de Lucía (y 2)

Tenía que cumplir con el deseo de Lucía de darla por culo mientras su chico se la follaba, y mi chica lo contemplaba.

Vivía en un calentón continuo desde aquel día que Lucía me insinuó que podríamos montar una fiesta guarra entre su chico, mi chica, ella, con la que había sido infiel a Sonia, y yo. No nos quedaban tantos días de vacaciones en aquel pueblo costero por lo que cada noche llevaba a Sonia hasta el Potemkin a tomar algo.

Cuando entraba en el bar sólo me venían recuerdos a la cabeza de aquella noche loca con Lucía, cuando nos quedamos solos después de la fiesta de aniversario. Aquella mamada, aquel polvo es...

Entregado a la locura de Lucía

No tenía ni idea de lo que me esperaba aquella noche con Lucía. Ni planeándolo podía salir mejor. Nos quedamos solos en el bar y nos entregamos mutuamente mientras nuestras parejas dormían sus borracheras.

Aquel día decidimos ir a la playa bastante pronto. Había que aprovechar el sol del norte, donde escasea a pesar de la época estival. Las vacaciones en pareja estaban yendo bien, mucho descanso y bastante ocio.

Fuimos a la zona en la que solemos colocarnos y mientras Sonia se estiraba como un lagarto, yo miraba a la gente que nos rodeaba. Me pareció reconocer a una solitaria chica rubia a unos metros de nosotros. Por el tono del pelo, el cuerpo macizo y los abultados pechos debía ser Lucía, la camarera...