Deseando llegar a casa.

Horas antes, la conversación que habían mantenido, había disparado ya sus deseos de carne.

Hacía rato que él jugaba ya con su verga cuando ella llegó. Sabía él que ella traía el tanga mojado y verla, sabiéndolo, hizo que su mano se moviera más deprisa.

Rápida, se desnudó y se puso a los pies de la cama separando bien las piernas para que él pudiera ver su húmedo coño. La visión lo llevó a acelerar más, jadeando ya con la boca abierta.

Enfrentados, sin dejar de mirarse, movían sus manos para darse placer. Habían hecho un pacto, estarían juntos pero en ningún momento, pasase lo que pase...

Déjà Vu

Tras un tiempo de complicidad dan rienda suelta al deseo carnal.

El gris de la mañana no apagó en nada el rojo que encendía su sed de carne palpable desde hacía tiempo; ese tiempo cómplice de juegos verbales, juegos carnales, juegos…prohibidos.

Al verlo traspasar la puerta de cristales, yendo al encuentro de su mirada, se estremeció levemente.

-Es mucho más atractivo de lo que parecía, pensaba mientras él se acercaba con paso decidido y una gran sonrisa.

-¿Sabes?, pase lo que pase después, habrá sido un placer haberte conocido, le dijo dándole dos besos...

El placer del después.

Después de haberla montado le da de beber.

Sentada entre sus piernas, su cabeza descansaba en su entrepierna. Él mesaba suavemente sus cabellos. Su ajustada camiseta de tirantes remarcaba notoriamente la dureza de sus pezones, quizá aún enrojecidos por los apretones recibidos mientras él la follaba salvajemente por detrás.

No era la primera vez que la había poseído así, como un potro desbocado montando a la yegua; pero ese día….tuvo algo de distinto; por primera vez, y la había montado muchas, al tiempo que notaba como su leche inundaba su cul...

Desorden erótico

Cuando "follar" se hace rima (primer intento)

Atrápame en tus brazos

Fuerte!

Que tu lengua se enrede con la mía

Hiedras!

Vuelen tus manos a soltar las palomas

Libres!

Que alcen el vuelo

Ascenso!

Y vuelvan a tus manos

Deseo!

Ya la boca presta

A buscar el alimento

Encuentra!

Fuentes que dieron agua

Ya la lengua es serpiente

Repta!

Ondulante y húmeda

Buscando el oasis

Saciar la sed

Morder el deseo

Vehemencia!

Ven

Quie...

Masaje tántrico II

Y el deseo hizo carne de la carne.

Perdida la noción del tiempo y del espacio, envuelta en una nebulosa de la que ni podía ni quería salir, los ojos aún cerrados, volví a sentir sus manos recorriendo todo mi cuerpo. Masajeaba mis hombros, mi cuello, mis pechos. Sus manos descendían lentamente por mi tripa para llegar a la cadera que agarraba con ambas manos pidiéndome que separara bien las piernas; extasiada, las separaba para recibir sus manos surcando la cara interna de mis muslos hasta llegar a los pies.

Parecían tener alas sus mano...

Masaje tántrico

De la mano de su amiga, descubrió y experimentó un mundo de sensaciones jamás imaginadas.

Hacía ya unos meses que Lucía me había regalado un bono para un masaje tántrico. Atónita me quedé escuchándola cuando me contaba su experiencia. Reconozco que su relato despertó mi curiosidad y por qué no decirlo, una gran excitación. Aun así, me resistía a la idea de que un desconocido sobara mi cuerpo. Después de varios días, me decidí a usar el bono.

Fue una tarde de febrero. Tenía cita a las 6 y llegué a las 6:15 alteradísima y muerta de vergüenza; no sólo iba a dejarme sobar por un desconocido,...

Beso erótico.

Y se amaron leyendo a Cortázar.....

Dibujaba su boca mientras le leía:

*Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con...

Condenado

..Y la entrega fue su condena.

……..Y la entrega fue su condena.

Y la imaginó deseando ser poseída por todos; imaginó un incesante vaivén de cuerpos, de manos buscando carne, de sexos entrando y saliendo de ella humillándola hasta límites insospechados; un penetrante olor a sudor y a sexo

*Y quiso que la imaginación fuera realidad; y sabiendo que ella lo amaba hasta el delirio, que no iba a negarle ningún deseo, la llevó hasta aquella sórdida habitación de cuyo techo colgaba una enorme argolla, a la que ató fuertemente sus m...