Doña Maria
Una viuda reciente aplaca sus ardores con su criada.
Doña María se levantó de su cama empapada de sudor no podía dormir el verano era pegajoso y constante en la noche. Quiso abrir más las ventanas de su habitación pero estaban al límite.
La doña, como la llamaba Dolores, la muchacha del servicio, en realidad era una mujer de unos 34 años, viuda hacia dos . Una mujer de iglesia y pendiente del que dirán, la cual hacía difícil que se le acercara algún hombre con intenciones no dignas o siquiera dignas de ella.
Desde la muerte de su esposo...