Mi prima (2)

Sigo fascinado por el olor a hembra de las tangas de mi prima.

Mi prima II

El día después de que se quedaran a dormir mi tía, mi primo y mi prima (estando concertado que ésta última se quedaría unos días), se volvieron a su casa mi tía y mi primo, luego de desayunar con mis padres y conmigo.

La época del año era intermedia, entre la actividad laboral plena de mis padres, y el receso vacacional, así que me encontraba muchas horas con mi prima los dos solos en la casa. Normalmente hasta mitad de la tarde.

Luego del episodio secreto de la bombacha,...

Mi prima (5)

Cómo los miedos desaparecen.

Mi prima V

Cómo los miedos desaparecen

Debo confesar que ese lapso entre las dos visitas de mi prima, me habían causado un acto reflejo de estirar la mano hacia el costado de mi cama donde ella dormía; y muchas veces entre sueños me descubrí acariciando el piso, medio dormido. Ardía de deseo, de calentura. Me masturbaba pensando en ella.

Como ya mencioné, volvió a visitarnos quince días después. Ella aparentemente había tenido discusiones con los padres porque hacía pocas cosas en la...

Mi Prima (1)

La fascinación por la bombacha de mi prima de 21. Mi prima mayor de 21 años me visitó. Lo que nunca se me había cruzado por la cabeza, en esta ocasión sucede, y termina en algo inesperado.

Mi prima I

La fascinación por la bombacha de mi prima de 21.

Mi prima mayor de 21 años me visitó. Lo que nunca se me había cruzado por la cabeza, en esta ocasión sucede, y termina en algo inesperado.

Para empezar, el relato es 100%. En caso de incluir los nombres de algún protagonista, sabrán entender el cambio en el resguardo de privacidad. Muchas gracias.

Comenzaré por describir a mi prima: es morocha, alta, su rostro es bello y si bien no tiene un cuerpo deslumbrante, sí es mu...

Mi prima (4)

De los masajes a algo más.

Mi prima IV

De los masajes a algo más.

Masajes de ese tipo los repetí algunas veces más, inclusive de día; lo cual me daba el indicio de que ella los disfrutaba. No fueron pocas las veces que yo despertaba, y al rebalsarme la calentura, la despertaba con un masaje, al cual rara vez respondía mal, nunca más que dándose vuelta, jamás manifestándomelo verbalmente.

De súbito un nuevo deseo me poseía la voluntad: tocarla más íntimamente por las noches. El miedo era mayor, claro está, pero...

Mi prima (3)

Cómo del fetichismo pasé al voyeurismo, y de éste al contacto. Tanto desear a mi prima iba a desembocar en algo, no sabía hasta ese momento qué, pero tenía esa certeza, a medias, una certeza nebulosa, pero certeza al fin de que algo sucedería.

Mi prima III

Cómo del fetichismo pasé al voyeurismo, y de éste al contacto.

Tanto desear a mi prima iba a desembocar en algo, no sabía hasta ese momento qué, pero tenía esa certeza, a medias, una certeza nebulosa, pero certeza al fin de que algo sucedería.

Como ya mencioné, ella pasaba muchas horas chateando y navegando por Internet. En ocasiones se quedaba haciendo esto hasta altas horas de la noche, incluso amanecía con el msn abierto, mostrándose por cam.

Yo estaba a más no p...