Calu, te estoy queriendo.
Sentí que no volvería a verte nunca más pero el destino me corrigió otra vez.
Un lunes decidí encontrarme con una muy amiga mía, decidimos tomar un helado y luego caminar. Estuvimos un largo rato hablando de nuestras vidas y luego la acompañe hasta la parada de su colectivo hasta que venga. El tiempo que tardo en venir su transporte estuvimos bromeándonos la una a la otra. En un momento gire para mirar detrás de mi y venia caminando una mujer, bellísima. Sus ojos, su sonrisa, su cuerpo, su cabello; todo trataba de convencerme de que me había enamorado. Por unos segundos coincidieron...