Dos mejor que una
Hacía ya algún tiempo que sabía que mi perrita necesitaba dos buenas pollas... mi perrita que siempre quería más iba a tener más.
Hacía ya algún tiempo que sabía que mi perrita necesitaba dos buenas pollas; al principio sólo las deseaba en tórridas fantasías mientras se masturbaba metiéndose deditos por detrás y por delante, se corría imaginando como la llenaban de lechecita caliente los dos agujeritos a la vez... Ahora era distinto.
Habíamos hecho muchas cosas juntos, habíamos intentado ir cumpliendo fantasías, desde las más modestas hasta las más rebuscadas, todo era bien recibido por mi perrita.
Sin duda el proporcionar...