Érase una vez una vida común…

Una mujer a quien el corazón le servía solo para bombear sangre. Lo cual no estaba mal, pero tampoco  se consideraba dichosa, aquella mujer siempre solía sentir que algo le faltaba y no sabía por qué añoraba algo que no sabía que era...

Cierto día comenzó a soñar, más bien cierta noche y eran noches y madrugadas en que sentía su corazón diferente, acelerado. Una sonrisa inundaba sus sueños. Si, una sonrisa… Una sombra sin rostro, un rostro con luminosa, tímida y luj...