Salvando a mi madre 5
El meneo continuaba y los gestos de calentura, en el rostro de su madre aumentaban. Los ojos, totalmente abiertos, miraban con desesperación al vacío, los entreabiertos labios formaban un pequeño y fruncido círculo
SALVANDO A MI MADRE (V)
(Continúan las aventuras juveniles de mi madre, para una mejor comprensión del contexto revisar relatos anteriores, a mis amables lectores pido disculpas por la muy larga demora y su comprensión por las fallas que encuentren)
Pancho, sonriendo, seguro de que seguiría sus instrucciones, observó con lascivia el ingreso de Rita a la casa. Ya en la soledad de su dormitorio, la adolescente repasaba las indicaciones para ese fin de semana: Vigilar el comportamiento de sus ...