De Vacaciones (2)

Nueva entrega de las aventuras y desventura de Manuela. Continuación de las vacaciones, donde nuestra protagonista sigue sirviendo de juguete sexual de unos desalmados.

DE VACACIONES (2)

El chalet que Manolo había alquilado era una verdadera joya: una construcción de dos plantas, con infinidad de habitaciones y baños, un jardín con piscina y terraza. Se accedía a una pequeña cala a través de una escalera. La playa situada al pie de la mansión era de arena, traída de manera artificiosa por los dueños del chalet, gente de alcurnia que se habían arruinado y se veían en la necesidad de alquilar su chalet

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Manolo me indicó cual era nuestra habitación y m...

De Vacaciones (1)

Esta vez Manuela de va de vacaciones. En el tren le ocurre, como simepre aventuras a mano de Manolo, el jefe de su esposo. Primera parte.

DE VACACIONES (1)

El mes de agosto de ese año, el jefe de Roberto, nuestro amo, le dijo a mi esposo que me iba a llevar de vacaciones ese mes con él, mientras Roberto quedaba encargado del negocio. A mi marido le encanto la idea de ser el "mandamás" y dio su consentimiento.

La idea de este hombre era pasarse un mes en un chalet cercano a la playa que había alquilado en la zona de Levante, en un poblado marinero muy "cuco" según sus propias palabras.

El día señalado, Roberto nos acompa...

Historias eróticas de Manuela y su marido (16)

Continuación del relato anterior. Sueltan a Manuela en una carretera y se marchan...

EN LA CARRETERA

Cuando me dejaron tirada desnuda en la carretera, venía a lo lejos una moto con dos personas subidas en ella. Rápidamente trate de esconderme adentrándome entre el follaje y luego traspasando la cancela de una propiedad abandonada. La casa estaba en ruina, el techo se había derrumbado por parte y eso había precipitado la degradación del lugar.

El jardín era una especie de jungla, invadida por rastrojos y arbustos que crecían de forma desordenadas. Las ramas me arañaban las p...

Historias eróticas de Manuela y su marido (15)

Orgía en el taller con ocasión del cumpleaño del jefe, pero con una sorprende variante.

DE NUEVO EN EL TALLER.

Unos días después, temprano por la mañana, me llamo Roberto del taller y me dijo que fuese allí, sin bragas ni sujetador, que iban a celebrar el cumpleaños de un amigo y querrían darle una sorpresa.

Allí me presenté, bañada y perfumada, con unas medias negras y ligueros, falda corta negra de lunares blancos, blusa blanca, transparentándose mis aureolas marrones, una rebeca negra y por supuesto sin bragas ni sujetadores. Me había maquillado con un poquito de coloretes,...

Historias eróticas de Manuela y su marido (14)

Se llevan a nuestra protagonista para celebrar escenas de exhibición en diversos lugares.

ESCENAS EN LA CALLE

Unos días después de la última aventura, me vinieron a buscar dos de ellos que se habían puesto de acuerdo sobre una fantasía erótica conjunta. Me pidieron que les enseñase mi vestuario, a lo que accedí. Escogieron una blusa blanca, ligera, transparente, una falda negra con puntitos blancos, una rebeca azul marino y unos zapatos de tacones anchos a juego con el conjunto. Me dijeron que me quedase sin bragas ni sujetador, tal como estaba en ese momento. Mientras me vestía, me...

Historias eróticas de Manuela y su marido (13)

A Roberto se le ocurre ponerse de acuerdo con tres maleantes para que violen a su mujer sin que esta lo sepa.

LA VIOLACIÓN

Un día que nos encontramos en casa, Manuela me pidió que por favor no hiciéramos nada ese día y sobre todo nada de sexo ya que se encontraba de bastante mal humor, irritadísima y sin gusto para nuestro deporte favorito. Yo se lo aseguré y me fui para mi despacho dándole vuelta a una idea que acababa de ocurrírseme.

La idea era simular que me iba de casa con cualquier pretexto y escondiéndome con la cámara filmarla en su normal deambular por la casa. Era difícil pero no imposib...

Historias eróticas de Manuela y su marido (12)

De como pasan Manuela y Roberto sus días en su propia casa, y de las barbaridades que les ocurren de mano de sus amigos.

EN CASA

En casa andaba siempre desnuda, con un collar de cuero en el cuello y una correa atada a ella. Debía abrir la puerta de esta guisa cuando tocaban y sabíamos que era alguien conocido. Si no, abría mi esposo por aquello de no armar escándalo en la vecindad, ya que procurábamos ser un matrimonio normal para nuestros vecinos no allegados. Debía cocinar, fregar, limpiar, etc., desnuda como estaba.

Los sábados, invitábamos a varios amigos a comer, regocijándose con la visión de mi cuerpo...

Historias eróticas de Manuela y su marido (11)

Una fantasía en el campo, concretamente en una granja, donde Manuela saboreara los placeres de la zoofilia.

EN LA GRANJA

La siguiente aventura marcó un giro total sobre lo que había acontecido hasta la fecha. Resulta que el nuevo "aventurero" nos llevó a mi marido y a mí al campo, a la granja de unos conocidos que nos habían invitado a pasar un fin de semana con ellos cuando Apolinario les contó nuestras aventuras. A uno de esos amigos de Apolinario le surgió la idea que iban a poner en práctica y con ese fin nos invitaron.

Al llegar al lugar, el compañero de Roberto tocó la bocina y salieron a...

Historias eróticas de Manuela y su marido (10)

Nuestra pareja desiden ir a la playa de asueto. Allí viviran otra de sus apasionantes aventuras.

UN DÍA DE ASUETO EN LA PLAYA.

Gozo lo indescriptible cuando veo a Manuela abierta, ofrecida, su raja a la vista de todo el que quiera verla, con esos trocitos de carnes colgando, enrojecido por el deseo, semejantes a dos pequeños bistec. Entre su pubis depilado, asoma el clítoris, anhelante, tímido. Su agujero esta pegajoso y mojado, con ese olor inconfundible de hembra hambrienta, dispuesta a que se la monte cualquiera.

Está frente a mí, en bragas y sujetador, separada las braguitas porqu...

Historias eróticas de Manuela y su marido (9)

Una sorpresa en casa un sábado, de la mano de su marido, un amigo y el hijo de este último. El joven se ve cortado en un principio, pero luego no le queda nada por hacer con Manuela.

UNA LECCIÓN DE ANATOMÍA

Un sábado que nos habíamos levantado tarde, Roberto estaba en la cocina desayunando mientras leía su periódico como de costumbre, y yo me estaba duchando para despejarme de los vapores de la noche cuando oí sonar el timbre de la puerta de entrada. Seguí con mi "toilette" segura de que Roberto abriría a quien fuese que nos visitaba. Cuando termine mi aseo, salí envuelta en una bata y secándome el pelo, me dirigí a la cocina para preguntar a mi esposo quien había llamado. A...