Mi mujer

Un buen marido pasa a ser en pocos meses una compañera ideal para su señora y una gran fuente de ingresos.

Mi mujer.

Capitulo UNO

Mi mujer; Sara, ya lo sabia desde hacia tiempo, pero creo que confiaba en que sería pasajero.

Ella ignoraba que me venía probando cualquier prenda de mujer que caía en mis manos desde los 7 u 8 añitos.

Desde antes de casarnos, llevamos siempre una vida sexual muy buena y entretenida y una vez viviendo en nuestra casa, intente que aceptase algunas opciones nuevas, y empecé a contarle mis ganas por ponerme sus prendas y jugar a cambiar nuestros papeles.

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Mi mujer (3)

Continuación del anterior.

Capitulo TRES

Los siguiente meses transcurrieron sin problemas, normalmente organizábamos salidas una vez cada dos semanas.

Fue entonces cuando me paso algo muy curioso y excitante.

Una de las veces que salí a trabajar, Sara volvió enseguida y me pregunto si me parecía mal estar tres horas con un cliente.

Por lo visto, el chico había insistido en que quería pasar conmigo un buen rato, y pagaba por adelantado.

Yo le pregunté si tenía mal aspecto o parecía raro, y como me dij...

Mi mujer (4)

Fin de la historia. Final feliz ¿Quien quiere uno igual?

Capítulo CUATRO

Al cabo de unos días llamé al número de teléfono que me había dado la chica. Se alegró mucho al oírme, se llamaba Bea, y era promotora artística, concretamente de arte erótico.

Por lo que se vé apadrinaba a un artista moderno que necesitaba un travestí que se prestara a un trabajo de unas 7 horas por el que recibiría una buena pasta. Sólo se trataba de estar inmóvil como una estatua en una especie de espectáculo erótico.

La verdad es que no me lo explicaron muy bien, p...

Mi mujer (2)

Continuación del anterior.

Capitulo DOS

Sara y yo vivimos los siguientes meses felizmente, una vez aceptadas mis rarezas por ella.

Las complicaciones surgieron a raíz de que en mi empresa empezaran a prescindir de personal, y a mi me tocara al poco tiempo abandonarlo.

Los problemas económicos no tardaron en aparecer, más que nada porque nuestro nivel de vida era un pelín alto.

Una tarde de Viernes, al llegar a casa de un paseo, ví una furgoneta en el garaje, era oscura y cerrada, cuando entré, le pregunté...