Ejerciendo de sumisa
Lorenzo me lleva su despacho, donde debo ejercer como sumisa para él. Mientras le envía nuestros vídeos porno a mi marido, que disfruta viendo como otros me follan. Pero, su actitud me decepciona, mientras que la de Lorenzo cada vez me sorprende más acercándome hacía él.
Me puse un vestido estrecho y muy veraniego, de tirantes y con un buen escote, no sabía dónde íbamos pero quería estar atractiva para él. Además pensé que quizás iríamos a ver a Fede. Cuando Lorenzo me vió sus ojos se encendieron como si hubiera visto algo que nunca antes había visto.
- Estas perfecta, nena. Vamos.
- ¿Dónde vamos?
- A mi despacho
- Pero yo tengo un trabajo y debería llamar o algo. ¿No?
- No te preocupes, ya lo ha hecho tu marido.
- ¡Oh, bien, ¿Puedo llamarle? Me gustaría hablar con él...