Mi novio es masajista

Por un lado sus manos calmaban mis músculos contraídos y por otro despertaban en mí sensaciones placenteras y deseos más allá del mero masaje corporal. Terminaba cada sesión temerosa de que se notara algo de humedad en mi ropa interior.

Mi novio es masajista

Hola, soy Nacho, siento no poder atenderte en este momento. Por favor, deja tu nombre y tu número de teléfono, y contestaré a tu llamada lo antes posible. Gracias.

Piiiiiiiiiiiiiiiiii.

Vamos Nacho, cógelo. Es la tercera vez que te llamo hoy. Nacho, sé que estás ahí. ¡Oh, Dios mío! Nacho, por favor, no me hagas esto. Me tienes todo el día suplicando, persiguiéndote,...todo el día. Cógelo, ¡¡cógelo, joder!! Bien. Seré clara esta vez: ¿Es que te pone cachondo que te...

Esa mujer no tiene precio

El maletín de piel de Loewe, 400 euros. La corbata de seda de Chanel, 200 euros. El gin tonic que te estás tomando, 20 euros. Esa mujer... esa mujer no tiene precio.

Esa mujer... no tiene precio

Vaya, vaya... al señor presidente le gusta Virginia. Déjame darte algunos consejos, ella es muy especial.

Cuando la veas entrar, mantén la calma. No seas descarado mirándola. Tampoco es cuestión de mirar justo en dirección opuesta, pero sé cauteloso o se sentirá incómoda. Cuando haya tomado asiento, sola o con amigas, puedes dedicarle miradas más sostenidas desde donde estés, manteniendo las distancias. Observa cómo reacciona.

Espera unos minutos, -no much...

El trenecito

Advertencia para lectores con manos libres: el texto que se dispone a leer es un relato corto, tal como viene indicado en la categoría bajo la cual se publica. para ganar tiempo, sugerimos extraiga su pene de la ropa o se quite las braguitas antes de comenzar la lectura, pues debido a la duración limitada que define esta categoría, nos vemos obligados a prescindir de preliminares. ¡que usted lo disfrute!

El trenecito

Sitúate, amigo lector.... Una lengua entre mis labios y una polla entre mis otros labios. Gozando de un cosquilleo húmedo entre las piernas, saboreando tu dureza palpitante enfrentada a mi lengua, atrapada entre mis labios doloridos de presión. Te parecerá mentira, pero superado el primer ratito, en cuanto nos hayamos despojado de la ropa, todo irá sobre ruedas y tan sólo debes dejarte hacer.

Si consigues relajarte y olvidar tus tabúes, sentirás como respiras al son del pl...

Arenas de Soledad

A ti, que no me escuchas...

Arenas de Soledad

Te has ido. Vas a buscar una vida nueva, donde olvidar y empezar de nuevo, hacerte hueco en ti mismo y acurrucarte en tu propio ser. Quieres estar solo y sentirte libre, demostrarte que puedes ser feliz sin añadiduras. Buscas otra luz que ilumine tu mundo en penumbra. Crees que al retirarte, con otra perspectiva todo se verá distinto, pero a medida que te alejas y empequeñece el paisaje rutinario, se encoge tu corazón, se acartonan tus alas y mucho antes de lo previsto buscas c...

Yo Panadera

Si yo extendía la masa, él esparcía sus toqueteos con las palmas abiertas; si yo la agrupaba, él cogía mis pechos desde abajo queriéndolos amontonar en sus puños.

Yo Panadera

Detesto trabajar los domingos, lo odio con todas mis fuerzas. Y no es por el madrugón, que a eso ya está una acostumbrada. Es que los domingos siempre son calcados unos de otros: los mismos cuarentones vestidos de chándal con los mismos periódicos en la sobaquera, los mismos niños con lazos, calcetines calados y zapatos de charol.

Quiero un huevo kinder, papá, quiero, ¡quiero!, ¡¡quiero!!...

Los tengo metidos en la cabeza, con esas vocecillas chirriantes. A veces se p...

Acero Inoxidable

A veces las teclas y mi clítoris discuten por mis dedos, y casi siempre gana el equipo minoritario. Es curioso que el poder de un solo botón supere al de las nosecuantas teclas...

ACERO INOXIDABLE

[...]

¿Salimos a tomar algo?

Uff... Como me gustaría.

Y a mí.

Vale, pues supongamos que estamos en un pub. Uno no muy ruidoso, pero sí bastante atiborrado de gente. Estamos en la barra, yo de pie y tú sentado en un taburete que deja tu cabeza ligeramente por encima de la mía. ¿Te sitúas?

Perfectamente.

Bien. Suena música pop de actualidad y no puedo evitar mover las caderas a su ritmo mientras tatareo el estribillo distraídamente. Anclas tus...

Detenida

Cosas que pasan por saltarse un semáforo...

DETENIDA

¿Cariño? Sí, hola, soy yo... Acabo de salir del gimnasio. Voy para allá. ...Claro, por eso no te lo he cogido. ¿Qué tal el viaje? ¿Qué cómo estoy? Ufff... deseando verte. ...Vale, en 10 minutos estoy allí. Hasta ahora, amor. ...Yo también.

Eso fue lo último que hablé con mi marido antes de la detención, así que es normal que se inquietara y se preocupara cuando al cabo de media hora no había llegado, y al cabo de hora y media no había dado señales de vida.

Era verdad. A...

Poniéndome a prueba

“Si es lo que quieres, si en realidad es lo que querías, ¿por qué no me lo pides?”. Él no suele pedirlo con palabras, pero en cuanto me arrodillo poniendo mi cara a la altura de la bifurcación de sus piernas me toma por la cabeza y me aprieta contra él, entonces la firmeza de sus manos, la rigidez de sus piernas, y los movimientos reflejos de su sexo hablan por su boca dándome las gracias con total sumisión.

PONIÉNDOME A PRUEBA.

Últimamente me siento muy traviesa. Estoy todo el día pensando en el sexo. Es como si mi cabeza fuera un callejón sin salida porque todo me conduce al deseo, a la exploración de nuevas sensaciones, a la excitación... En fin, que no me conozco. Yo no era así. Siento que comienza una nueva etapa en mi vida sexual, y me gustaaaaaaaa...

Hoy he hecho travesuras. Si hace tan solo unos meses me hubieran propuesto algo así, mi respuesta hubiera sido un NO categórico, pero no s...

Sed, MUCHA SED (2)

Comprobaremos si tú también tienes sed y encontraremos juntos la manera de saciarla.

Sed, MUCHA SED

Para quienes no hayan leído la primera parte de este relato y estén interesados, aquí dejo enlace: http://www.todorelatos.com/relato/25329/Para quienes sí hayan leído la primera parte, aquí tenéis el desenlace de una noche sedienta. Para todos, espero que lo disfrutéis.

Parte II

“Ahora te toca a ti. Siéntate por favor”, le dije situándome de pie tras la silla a la vez que me desprendía de mi sujetador, única prenda que por entonces se mantenía aún en su p...

Sed, MUCHA SED

Esto de la sed debe ser que me afecta en plan “pescadilla que se muerde la cola” porque cuanto más follo más sed tengo, y cuanta más sed tengo, más quiero follar. He descubierto que los fluidos corporales son otra forma de atenuar la sed; debe tener algo que ver.

SED, MUCHA SED

Parte I

A mis 29 años vivía obsesionada por hacer realidad una fantasía erótica sencilla y común para cualquiera que viva cerca del mar: hacer el amor con mi pareja en una playa al anochecer.

Estábamos veraneando en el sitio perfecto. Calas escondidas, atardeceres de foto, clima cálido. Se lo propuse a mi pareja y aceptó aunque con algunas reticencias. Él es muy recatado y la sola posibilidad de que pueda vernos alguien le juega una mala pasada a su excitación con...