Yo lo susurraba al oído. Ella simplemente lo hizo

Una pequeña historia que vivimos Sofía, mi esposa, y yo, que fue uno de los inicios de una relación sexual fabulosa (con algunos capítulos ya contados en este web -ver otros relatos de este autor-)

No hizo falta ni que le dijera que no quería bailar. Sofía conocía muy bien mis gustos y sabía perfectamente que no lo haría, no había bebido lo suficiente. Así que, sin preguntar, sin mediar palabra, me dejó con la cerveza en la mano y se adentró en la pista que aún estaba medio vacía. Al ritmo de la música empezó a contornearse, cada vez con menos recato, cada vez más explícitamente.

Sofía tenía, entonces, poco menos de los cuarenta. Rubia, alta, voluptuosa. No era una mujer que pudiéramos clasifica...

Tres parejas y un juego (2)

¿Te acuerdas de este lugar? me preguntó Sofía, mi esposa. Sí, claro, respondí yo con una media sonrisa. ¡como para no acordarse! (segunda parte de la historia)

Este manuscrito es la segunda parte del relato "Tres parejas y un juego". Quien desee leer esta segunda parte le aconsejo que primero lea la anterior. Podrá hacerlo en:

http://www.todorelatos.com/relato/73261/

También puede encontrar el link consultando los relatos que he publicado, en mi perfil:

http://www.todorelatos.com/perfil/1317154/


Tres parejas y un juego (2)

Una hora...

Tres parejas y un juego (1)

¿Te acuerdas de este lugar? me preguntó Sofía, mi esposa. Sí, claro, respondí yo con una media sonrisa. ¡como para no acordarse!

  • ¿Te acuerdas de este lugar? – me preguntó Sofía, mi esposa.

  • Sí, claro – respondí yo con una media sonrisa. ¡como para no acordarse!

Todo empezó un par de años atrás, más o menos. Un día, de vuelta a casa, me encontré a Sofía y Alejandra, una amiga de mi esposa, conectadas al ordenador armando gran alboroto entre risas. Cuando ambas se juntaban solía pasar eso, así que no hice mucho caso. Luego, por la noche, ya sin Alejandra, pregunté a Sofía a qué se debía tanto ruido.

  • Bueno, he...

Una noche en una casa rural

Esta noche estoy cachonda, cariño. Muy cachonda. Esta noche necesito algo más que tu polla y tus manos. Y tú también tendrás más que mi coño, mis tetas o mi lengua.

[Este relato lo publiqué hace algunos meses pero, por error, lo borré de mi cuenta. Lo cuelgo de nuevo]

El día que mi mujer me dijo que lo había arreglado todo para poder pasar una noche fuera, ella y yo, sin los chavales, no sospeché nada extraño. Hacía algunas semanas que habíamos hablado de tomarnos ni que fuera una noche libre, para desconectar de la rutina diaria.

El lugar elegido por mi mujer era un hotel rural, a no muchos quilómetros de nuestra ciudad. El sitio era bonito y, sobreto...

Tienes cinco días para seducir a una mujer

A mi mujer le encantan los juegos y un día me sorprende proponiéndome que seduzca a una mujer...

A mi mujer Sofía siempre le había gustado probar cosas, juegos, con los que romper la monotonía en la que puede caer cualquier relación sexual. Así, el día que estando en la oficina a punto de terminar mi jornada laboral recibí el siguiente mail, no resultó para mí algo especialmente sorprendente:

"Hola cariño. Te propongo un juego: tienes cinco días para seducir a una mujer. Pero no a una mujer cualquiera, debe ser morena, de unos 50 años, bien parecida y con clase. Tranquilo, sé que eres al...

En el parque

Gracias por cumplir mi fantasía, cariño – me dijo al oído Sofía - ¿sabes? puedes correrte en su boca, no hay problema.

Nuestra vida sexual cambió hará unos cuatro años. Sofía, mi esposa, siempre había sido una mujer ardiente que me había dado mucho placer en la cama. Nuestras relaciones eran más que buenas, gozábamos el uno del otro, jugábamos, no nos poníamos límites en nuestra casa. Practicábamos sexo de manera desenfada, sin complejos. Solíamos susurrarnos fantasías al oído mientras hacíamos el amor y eso nos excitaba aún más. A menudo esas fantasías incluían a terceras, cuartas personas… me excitaba cuando me expl...