Un tio normal (4)

La rubia y un rebautizado Julián continuan estrechando su relación, que avanza de puro mirón y exhibicionista a algo más.

El viernes Julián se levantó igual que se había acostado: feliz, como no lo había sido en mucho tiempo. Había tenido una agradable conversación con la rubia, habían hablado sin tabúes, sin culpabilidades, con franqueza. Después, la escena erótica que aconteció a apenas cincuenta centímetros de él, el regalo de las braguitas impregnadas de fluidos, y por último, la chica se había apuntado su dirección de correo, con la promesa de que aquello no acababa ahí.

Asun, en cambio, no se levantó tan contenta....

Un tio normal (3)

La rubia y el mirón se conocen cada vea más de cerca.

(AVISO: recomendable leer anteriores capítulos para entender la evolución del personaje)

“MIERCOLES. UNA SI, UNA NO, REPETIMOS EL SHOW, ¿OK?”

Al día siguiente del encuentro cercano con su exhibicionista rubia y su amante cegado, Pepe no podía para de pensar en lo que había visto y en lo que implicaba la nota. Lo de “MIERCOLES” lo tenía claro: el miércoles volvería a aparecer el utilitario rojo en el callejón. El resto, no del todo. Tampoco podía parar de pensar en la manera de practicar el sexo...

Un tio normal (2)

Un tipo normal y corriente escapa del aburrimiento y la frustración gracias a una rubia desconocida exhibicionista.

Un tío normal (2)

“EL VIERNES QUE VIENE TE DEJARÉ MIRAR MÁS DE CERCA”.

-¡Julián!¡Julián! –Pepe, a quien su mujer llamaba por su nombre de pila y no por su apodo, reaccionó. Se había pasado todo el lunes pensando en la noche anterior, en el espectáculo que la rubia y la otra mujer morena le habían ofrecido, en la nota que le había dejado. Durante la cena estaba distraído, y eso fastidiaba a su mujer.

-¡Eh! Sí, ¿qué decías Asun?

-Dios mío, si es que no me escuchas, te estaba diciendo q...

Un tio normal (1)

Un tipo de lo más normal, con una vida aburrida y anodina, verá cambiada su vida desde el marco de su ventana.

Pepe en realidad no se llamaba José. Pepe se llamaba Julián García José. Pero en algún momento de su vida, alguien había hecho una broma con el segundo apellido de Julián, y así comenzó a ser conocido como Pepe. En realidad, a Julián esto le gustaba, porque era lo único de anormal en su vida. Porque si una palabra describía a nuestro Pepe es “normal”. Pepe es un tío normal hasta la ordinariedad (entiéndase ordinario no como vulgar o soez, si no corriente y moliente), se podría decir que era el estereotipo d...