Furtiva en el gimnasio

No sólo se sufre en el gimnasio

Subo las escaleras y echo un vistazo alrededor. Algunas cintas ocupadas y otras tantas bicis. Y es cuando nuestros ojos se cruzan. Me sonríes, te sonrío y sigo mi camino.

Mientras hago mis ejercicios noto tu mirada clavada en mí, acechándome como lobo a cordero. No me importa en absoluto pero tampoco le doy más vueltas.

Te acercas, vuelves a irte, me miras desde la distancia. Pero no hay más contacto.

Cuando termino mis ejercicios, recojo mis cosas y me voy para el vestuario. Nuestras mira...

La caza 2

Segunda parte y final de la aventura que llevó a un policía a ser el cazado en vez del cazador, y las consecuencias que ello conllevaba.

Mierda, mierda, mierda. ¿Qué podía hacer? Si me delataba, estaba perdido. Pero me ha dicho que quería hablar, quizás quisiera dinero. No, no podía ser eso, se veía que tenía dinero. ¿Entonces qué? No me iba a quedar otra que ir allí y ver qué quería.

Una vez hube reorganizado mis pensamientos, me vestí y me dirigí hacia allá. Recordaba bien el camino y, de hecho, recordando lo que habíamos hecho se me empezó a poner morcillona. Joder, no tengo remedio…

Llegué, aparqué y llamé por el portero. Se...

Lujuria

Camino a un gran momento

Estás de espaldas a mi, con el pelo a un lado. Veo que te desabrochas la blusa, lo que deja a la vista una piel blanca, salpicada con algunos lunares. Me acerco y te bajo la cremallera de la falda mientras inhalo el perfume que despide tu piel.

Cae a tus pies, y con un movimiento la echas a un lado, junto a la blusa . El sujetador va sin tirantes, por lo que cuando lo desabrocho deja al aire dos tetas de tamaño medio, que caen ligeramente por efecto de su peso y la gravedad. Intentas darte la vuelta...

La caza 1

Las multas deben ponerse, pero también pueden quitarse si se sabe el método adecuado.

El coche detuvo su marcha. Me acerqué tranquilamente y vi que se trataba de una chica sola. Mis compañeros estaban atendiendo a otros coches, por lo que no tendría muchos problemas. Sólo quedaba ver cómo se desenvolvía.

- Buenas noches, estamos realizando un control de alcoholemia. ¿Le importaría enseñarme su documentación por favor?

La chica estaba visiblemente ebria, lo que hizo que se acentuara aún más su nerviosismo.

-

B-buenas noches señor

–me dijo entre balbuceos-

*esp...

La vecina del primero IV

Unas semanas de agobio, unas compras y un cine. La cita perfecta.

Lo bueno de estas relaciones es que, por norma, las dos partes tienen claras que la relación tiene una fecha de fin y que no hay más compromiso que el que acuerden las dos partes.

Viviendo en el mismo bloque sabía que todo era más fácil. No teníamos que desplazarnos para vernos y podíamos vernos siempre que quisiera. Por contrapartida, tenía que ser más cuidadoso para evitar habladurías.

Aún así, fue un año bastante interesante. Era la primera vez que tenía una sumisa tanto tiempo y pude hacer t...

La vecina del primero III

Mi vecina decide no hacerme caso y le muestro las consecuencias.

Me encanta el dicho de “una dama en la calle, una perra en la cama”. Sinceramente, no sé por qué se aplica sólo en el caso femenino pues a los tíos también nos gusta jugar.

En lo personal, me gusta hacer difusa esa línea, traspasarla constantemente. Me gusta poner en situaciones comprometidas a la otra persona, forzarla a hacer lo que sabe que no haría normalmente.

Ya tenía a mi vecina atada. Eso era lo más difícil, así que sólo me quedaba moldearla a mi gusto. No es fácil, ni muchísimo menos. S...

La vecina del primero II

Sigo con la dominación de mi divorciada vecinita

Llegué a casa y me pegué una ducha. Era tarde y quería dormir ya, pero tenía el cuerpo lleno de sudor y, en concreto, el rabo lleno de saliva y flujos vaginales. Mi vecinita había lubricado bastante, imagino que después de tanto tiempo sin follar el dique había abierto sus compuertas de par en par.

Me fui a la cama y caí rendido enseguida.

Cuando me desperté, cogí el teléfono y miré su última hora de conexión. Más o menos cuando yo me había ido. Me fui a la galería y revisé mi creación. Esas fot...

La vecina del primero

Historia sobre cómo seduje a la vecina del primero.

Siempre he sentido predilección por las maduras. Me fascina el hecho de ver una mujer con sus leves arrugas en el cuello, con sus estrías recorriéndole las piernas, con los pechos ligeramente caídos por la edad.

Me encanta ver como sus manos, con las venas algo más marcadas, me masturban con brío y me masajean los testículos esperando mi corrida con la boca abierta, deseando saborear el néctar caliente que brota desde el fondo de mi ser.

Además, no se trata sólo de hacer disfrutar con un momento...

Este año....[17 de Marzo]

Seguimos con el romance surgido entre Juan y Marta. Parece que la cosa empieza a ir en serio

Entre todo el bullicio se acercó a mí, pinta en mano, sabiendo que habíamos bebido un poco más de la cuenta. Le dio otro trago a la negra y amarga bebida, y me susurró al oído, lo suficientemente alto para que yo me enterara: “ Esta noche quiero que me folles el culo.”

Mi cara fue cuanto menos de sorpresa, ya que no esperaba esa confesión para nada. Y ya os podéis imaginar, enseguida se me puso como un mástil, sólo de pensar en que por fin iba a catar ese agujerito que tantas pajas me había provoc...

Este año...[14 de Febrero]

Juan le pide perdón a Marta y esta accede a tomarse algo con él.

Menuda resaca tengo. Demasiado alcohol y demasiadas emociones en una sola noche. Fui al baño a orinar y vi que tenía restos de semen en la ropa interior, de haber lubricado hacía unas horas. Me sentía fatal por lo ocurrido.

Es tu sino, no vas a encontrar a nadie que te acepte.”

Me miré en el espejo, y no me resulta tan desagradable. A excepción de lo que tengo ahí colgando.

Mis pechos son bastante grandes, teniendo en cuenta mi condición. Tampoco soy fea, y no creo que tenga mal cuerp...