Mi primo el del pueblo- 2
De cómo me vuelvo la mujer de mi primo.
Recibir ese trato, dolió; pero yo nunca he sido de las que se deja tan facilmente, así que cuando mi prima me dijo que salieramos con su novio a conocer el pueblo, le dije que sí sin dudarlo. Eran como las 7pm cuando mi primo asomó su cara de perrito regañado por el cuarto y me preguntó si iba a salir, mi respuesta fue un tajante: ¿tú qué crees?. Era un juego peligroso de orgullo que me estaba matando, pero es que él no podía ignorarme toda la tarde y pretender que yo esté para él enseguida se le antoje.
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