Las vacaciones de la amiga de mi novia. Final.

Por fin me follo el mejor culo que he visto en mi vida. «-Otto me va a reventar, Luis. Me va a romper el culo, mi culito virgen. Me va a usar cómo y por donde quiera […]. Ni te imaginas la guarra que te va a devolver mañana. Voy a estar tan usada que no vas a poder ni mirarme a la cara.»

-Están siendo las mejores vacaciones de mi vida, pero- me dijo Sonia mirándome a los ojos- ¿cuándo vas a empezar a usarme sin piedad?

Me quedé mirándola atónito. Luego miré a Ana. También miraba a Sonia, pero mordiéndose el labio de abajo, como queriendo ser ella quien la pusiese en su sitio. Pero me tocaba a mí.

-¿Estás preparada?

Sonia asintió, impaciente.

-Aún puedes echarte atrás. Luego será tarde.

-Destrózame.

No lo dijo gritando. Ni desesperada. Ni en tono autoritar...

Las vacaciones de la amiga de mi novia. Parte 6.

Empieza mi reinado de placer. «-Escupe tú.- Le dije a Sonia. Me miró entusiasmada. “¿Puedo?”, me preguntaba con la mirada. Saqué los dos dedos y, antes de que se cerrara el orificio de Ana, Sonia escupió justo en medio de su ano. -Ahora métele la lengua. Eso la vuelve loca.»

[[[Antes de seguir con la serie, quiero agradecer la gran aceptación que está teniendo. Que os gustase era una de los principales objetivos (otro era excitarme y excitar a la chica en la que está basada Ana cuando se lo leo, y otro divertirme, y me lo estoy pasando genial escribiendo). Habéis conseguido colocar mi relato en el puesto uno del top 100, y eso para alguien que lee esta web desde hace tanto, es como si a uno que lee el Marca todos los días le sacan en la portada. Gracias, de verdad. Y gracias po...

Las vacaciones de la amiga de mi novia. Parte 5.

Ana sigue disfrutando de su día. Por fin me follo a Sonia. «-A Otto le encanta que se la limpien después de usarla. Si lo haces bien se volverá a empalmar. Si lo consigues, te dejo que te lo vuelvas a follar.»

Bajamos a la planta de los dormitorios, y en la puerta del nuestro, Ana se detuvo.

-Sonia y yo vamos a ducharnos. Vosotros dos bajad abajo, y recuperad fuerzas. De momento esta habitación está vetada para vosotros.- Cogió el tanga de Sonia de mi boca y le pidió a Luis que le diera el suyo.- Esperadnos en el salón.

Luis bajó sin rechistar. Yo primero miré a Ana, como diciendo ¿segura que quieres que me pierda esto? Haría que me recuperase más rápido…

-Obedece.- Me dijo implacable.- ¿O has o...

Las vacaciones de la amiga de mi novia. Parte 4.

Ana toma el mando. «-Primero,- dijo Ana sacando mi polla de su boca- tienes que acostumbrarte a su sabor. Abre la boca. Sonia la abrió, esperando que Ana la guiara hasta mi polla, pero lo que hizo fue escupirle en la boca la saliva que había generado con la mamada.»

-¿Quieres que haga tus fantasías realidad, zorrita?- le dijo mi novia a su amiga.

Sonia solo atinó a asentir con la cabeza, sin atreverse a decir nada. Tenía los dedos de Ana en la boca y no llevaba más ropa que un pareo enrollado en su cintura.

-Pues te prohíbo que te corras esta noche. Sé que llevas toda la tarde deseándolo, y que la última vez que lo hiciste fue en el río mirándome a los ojos. De momento, no quiero que vuelvas a correrte si no es mirándome a los ojos.- Miró a Luis, que estaba...

Las vacaciones de la amiga de mi novia. Parte 3.

Un pervertido juego de beber, retar, y pagar prendas… «Pero, solo por un momento, el juego se convirtió en a ver quién es más zorra, un juego al que me habría encantado jugar toda la noche. Y un juego al que Ana no solía perder.»

Tras volver del río, cenamos en el patio, como el día anterior. Y nos quedamos allí al terminar, tras recoger todo, también como el día anterior, apurando la botella de vino que nos habíamos bebido en la cena.

-¿Abro otra?- pregunté,- ¿o preferís cerveza?

-Estaba bueno, yo prefiero seguir con vino.

Entré por la puerta del garaje que daba al patio interior, y de ahí a la despensa. Estuve buscando otra botella como la de la cena, pero no teníamos más. Siempre solíamos tener una caja de 12 bo...

Las vacaciones de la amiga de mi novia. Parte 2.

Les enseñamos a Sonia y a su novio el pueblo… y el río. «-Si me haces un dedo Sonia va a saber que me lo estás haciendo. -¿Eso es una advertencia para que no lo haga o estás deseando que tu amiga vea la cara que pones cuando te corres?»

Sonia y su novio llegaron un jueves de finales de julio, con intención de quedarse 10 días con nosotros. Ana y yo teníamos nuestras vacaciones organizadas a Roma la segunda quincena de agosto, pero a esas alturas de julio yo ya estaba de vacaciones y Ana había decidido no trabajar hasta, al menos, el lunes. Una de las pocas ventajas de los freelance. Dejaron su coche a la puerta, nosotros habíamos salido a recibirlos. Sonia y Ana se fundieron en un abrazo. Supuse que ni siquiera cuando estudiaban juntas se...

Las vacaciones de la amiga de mi novia. Parte 1.

Introducción. Ana intenta convencerme a polvos de que pase algo que yo, en el fondo, estoy deseando que pase… «Ana sacó mi polla de su boca sin dejar de hacerse un dedo. -Deja que invite a Sonia a pasar aquí sus vacaciones y me lo trago.»

Han pasado ya unos cuantos años. Y unas cuantas cosas más. Ana y yo acabamos juntos. Reconozcámoslo, era de esperar. Aquel fin de semana que una vez os conté tuvo mucho que ver en eso. Fue mi primer relato en esta web, podéis leerlo si queréis, pero no es imprescindible para comprender esta historia. Solo tenéis que saber que Ana y yo, Otto, éramos dos amigos que follaban a menudo. Entre nosotros, y también cada uno por su lado. Y luego nos contábamos nuestros polvos. Porque, por encima de todo, somos muy m...

Fin de semana con mi mejor amiga.

Digamos que me llamo Otto. Yo estudiaba en Madrid y, digamos que ella se llama Ana, e iba a ir a verme ese fin de semana. Ya nos habíamos liado en más de una ocasión, pero solo éramos amigos.

Digamos que me llamo Otto. Yo estudiaba en Madrid y, digamos que ella se llama Ana, e iba a ir a verme ese fin de semana. Ya nos habíamos liado en más de una ocasión, pero la relación que nos unía era de amistad y lo que sentimos el uno por el otro es algo que no viene al caso de este relato. No éramos novios.

Ana tiene 24 años. Es rubia, alta, delgadita y muy guapa. Está muy buena, pero lo que más me pone de ella es el morbo que produce. Es de esas chicas que no necesitan estar buenas para ponerte ca...