Eva mordió la manzana
Cuando Eva mordió la manzana, no se imaginaba todo lo que podría llegar a sentir.
No fue ningún acontecimiento especial el que hizo que Eva, se diera cuenta de que su vida matrimonial, no era aquello que esperaba. Si no el paso de las semanas, los meses y los años. Una rutina, no solo en las acciones del día a día, sino también en
cómo
se relacionaba con su marido.
Ya no se sentía alguien especial para él. Le daba la sensación de ser otra persona más en la vida de su marido. Como lo podían ser sus compañeros de trabajo, o la pandilla con la que solía jugar al futbol s...