Joven diosa y esclavo maduro 3
Una joven Ama de 19 años compra a un esclavo de 42.
Al día siguiente, la Diosa se levantó tarde, como acostumbraba. Era muy vaga, pues tenía sirvientes que hacían todo lo que se le antojara, con lo cual no tenía que preocuparse más que de torturarlos y hacerles sufrir; y hay que añadir, además, que tales actividades constituían su principal, y única, fuente de diversión.
El ruido de sus pies supremos caminando por la alfombra fue suficiente para que se presentaran ante ella dos esclavos, uno a cada lado: su nueva adquisición, y el esclavo a quien...