Mi Primer Castigo
Hacía poco había empezado mi entrenamiento cómo esclava, estaba muy nerviosa, había desobedecido a mi señor y merecía mi castigo; mi señor se ocupa de mi educación me corrige y eso me gusta porque deseo convertirme en una buena esclava para él.
Hacía poco había empezado mi entrenamiento cómo esclava, estaba muy nerviosa, había desobedecido a mi señor y merecía mi castigo; mi señor se ocupa de mi educación me corrige y eso me gusta porque deseo convertirme en una buena esclava para él.
Después de una semana siguiendo sus órdenes, de aprender como sentarme y como hablarle mi amo ya tenía varios castigos para mí. Esta semana no me he portado del todo bien; está claro que no le importa que sean mis primeros días. Al final de esa semana, el día ...