Marcada
A ella le encendía lo rudo. Y le pidió que fuese brusco, animal, que la marcase.
Quedaron en su hotel. Hace tiempo que se conocían, y ya habían tenido sexo con anterioridad. Pero esta vez era diferente.
A ella le encendía lo rudo. Le gustaba cuando él agarraba firme sus melenas y tiraba hacia atrás, para morderle los labios cuando ella abría la boca. Le gustaba cuando él le daba una nalgada fuerte, o cuando le mordía un pezón. Le gustaba cuando le susurraba zorra al oído, sintiéndose suya.
En esta ocasión, ella le había pedido directamente que fuese brusco, animal, que la ma...